¡ MI CAPITÁN, MI CAPITÁN!

A los que vais siguiendo el blog, deciros que mi hermano Uri esta perfecto en Chile al igual que toda la familia, cosa que ahora mismo me hace la persona más feliz del mundo!
Después de unos días ajetreados, vuelvo con ganas de escribir, aquí va otro escrito de cosecha própia, un pensamiento en voz alta. Hoy va de capitanes. Saludos a todos gente.

Un entrenador tiene la libertad de decidir si designa un capitán de equipo o no. Bajo mi punto de vista, en equipos de formación hasta categoría cadete incluida, no hay necesidad de tener capitán. A partir de ahí creo que puede venir bien tenerlo.
¿Cómo escogerlo? ¿Qué funciones le daremos?
Eso ya va a cargo de cada entrenador. Particularmente y siendo responsable de peques, me voy a centrar en la base. Los capitanes de los dos equipos que entreno, alevín e infantil, los he escogido yo y no les he dado ningún tipo de responsabilidad, más que la de ir a firmar a principio de partido.
¿A quién he escogido? ¿Porqué ellos?
Escogí a dos chicos trabajadores, disciplinados y amantes del waterpolo. Los peques le dan importancia al hecho de ser capitán , pero sólo un ratito, por eso 2 cumplidores... Una vez empezada la temporada y ya elegidos los capitanes se olvidan del tema. Ahí es donde quiero llegar, un capitán se hace en el tiempo, se gana el respeto y admiración de sus compañeros, representa y defiende a muerte al equipo. A todo el equipo. El capitán se hace, surge, se lo gana... no se elige.