lunes, 27 de febrero de 2012

A seguir.

RESUMEN"Derrota justa en Madrid. Askartza no supo amoldarse a las dimensiones de la piscina M-86 y se encontró a un equipo muy mentalizado que le superó en todas las facetas del juego.

Destacar que los equipos de la parte baja de la clasificación tampoco puntuaron por lo que toca pensar en la siguiente jornada donde Askartza puede apretar la clasificación."



JOAN. Si en la última entrada hablaba de gran sábado, en esta la única palabra que me viene a la mente es la de desastre. Todo salió mal. Todo. Partido para el olvido, definitivamente Madrid se nos da horrible, desde que estoy aquí todo han sido derrotas y desventajas considerables...

Sabemos lo que somos y donde esta nuestra lucha.
Toca seguir y no desistir. (como siempre).

lunes, 20 de febrero de 2012

Un sábado GIGANTE


Un joven Askartza Leioa viajó a tierras mañas para jugar un torneo organizado por el CN Olivar.

El Torneo sirvió para el debut en el primer equipo del juvenil Xabi Pérez y los cadetes Meca y Gabri.

Los resultados fueron todo triunfos; al Morvedre valenciano 12-6, al Olivar 12-7 y el más ajustado, 9-8 al Poseidon belga.

Fueron tres partidos muy distintos. Lo mejor fue el saber estar que mostraron los txabales a lo largo de la tarde. La imagen que dimos me encantó, un equipo muy joven, con ideas muy claras y un espiritu de lucha y esfuerzo en beneficio del grupo brutales. Los debutantes no se arrugaron en ningún momento.Así que día redondo, que finalizó con una divertida vuelta en bus y una noche de carnaval en equipo que acabó en la crosissantería, ahí ganó Eneko (un máquina comiendo las "PIKSAS").

lunes, 13 de febrero de 2012

Mirar lo que me han mandado...

No he podido evitarlo, he tenido que escribirlo. Así es como viví la tarde del sábado. A ver que te parece. El último párrafo no me gusta, pero bueno.

JOAN: Me gusta tanto que lo pongo en el Blog. Muchas gracias y sigue así.

RELATO DE UNA TARDE MÁGICA

Me encontraba sentado en las gradas de la piscina de Askartza. Eran las 4:45 de la tarde, de un “sábado cualquiera”, si le preguntaras a la primera persona que se cruzara en tu camino por la calle. Pero en el colegio Askartza, no era ese tipo de sábados. Era un primer día del fin de semana especial. Tras la semana pasada, tanto el equipo femenino como el masculino de Leioa volvía a jugar en casa, en su pequeña “bañera”, con su afición y con unas ganas terribles. El equipo femenino quería mantener la tónica del último partido y conseguir así, dos victorias consecutivas; el equipo masculino, por su parte, tenía la intención de conseguir una primera victoria (o por lo menos un lavado de imagen) que le diese ánimos tras la dura derrota contra el Helios la semana pasada.

Las chicas estaban calentado, se las veía muy concentradas, unas pasaban en grupitos de dos y tres, otras chutaban… en definitiva, ponían el cuerpo a tono para la “batalla". A las 4:50 comenzó la presentación, todas las jugadoras de Leioa Waterpolo se colocaron en correctísimo orden de números (a diferencia de los chicos que cada uno se pone donde le sale de las narices) en el borde contrario a la grada, esperando a escuchar su nombre y saludar a los espectadores. En ese momento eche un vistazo a la grada, lo primero que se me pasó por la cabeza fue lo siguiente, "jode, que pena, que poca gente ha venido a animarlas..." afortunadamente estaba equivocadísimo, en pocos minutos toda la grada estaba repleta, la zona de la presidencia, donde se colocan los "importantes" de ambos clubes a ver el partido, esta vez estaban acompañados por los jugadores del equipo masculino de Askartza, la zona "hooligan" toda teñida de azul, precioso, y el resto de la grada, donde se reparten de manera indeterminada los padres, madres, amigos y algún perdido que se pasa por la piscina, en el día de hoy seguramente para entrar en calor, lleno a reventar.

Comienza el partido, al igual que el de la última jornada, muy igualado. Primero marcan las locales, pero las catalanas respondieron rápidamente. Al poco rato marcan las visitantes y en un visto y no visto, las chicas de Leioa ponen el empate en el marcador. Así, hasta llegar al 3-4 al final del segundo cuarto. En ese momento, Joan nos mandó ir al vestuario, quería que nos cambiáramos y darnos unas últimas indicaciones.

Comienza la charla; y lo primero que se dice es "Eneko, llama a tu aita o a tu hermano a ver donde está". Durante los 30 segundos que tardó en hablar y volver al vestuario, más de uno apostó a que el mayor de los Orozko entraría con la pulserita del "todo incluido" del hotel de Cuba. ¿Qué paso cuando entró por la puerta del vestuario? Pues además de que de forma instintiva, se comenzó a aplaudir al capitán, a uno de los cabezones del equipo y a un ejemplo para los más peques del club, todos nos fijamos en su muñeca... ¡LLEVABA LA PULSERA! Una carcajada general se creó en el vestuario mientras saludaba uno por uno a todos los que estábamos ahí sentados.

No se como lo hace, pero a Joan se le da muy bien hablar, es capaz de tocar el botón exacto de cada uno para motivar a sus jugadores, pero esta vez no me quedé con ninguna frase suya, la que se me quedó grabada fue una de Isusko al final de la charla "mirar al que tenéis a la izquierda y a la derecha, mirar los que estáis... ¿os dais cuenta de quienes son? Son aquellos con los que lleváis toda la vida entrenando y jugando, desde que sois pequeños estáis juntos... vamos a ser un equipo." No se si fue por la charla, por la frase, o por los gritos que se oían de la grada sobre el partido de las chicas, pero un servidor estaba, lo que se dice vulgarmente, acojonado.

Cuando salimos del vestuario las chicas iban perdiendo de uno... Menos mal que se nota que son de Bilbao (o sus alrededores) y le echaron un par de narices. Al igual que en la última jornada, ¡ganaron de uno con gol a falta de muy pocos segundos! Todo eran cara de felicidad, las jugadoras, Jon y Rufo, la grada... todos estaban con una sonrisa de oreja a oreja, todos menos nosotros. En ese momento estábamos a punto de tirarnos al agua para empezar a calentar, y ya disculparan las chicas, pero la cabeza la teníamos a otra cosa.

Una vez finalizado el calentamiento, al igual que las jugadoras en el partido anterior, nos pusimos en el bordillo dispuestos a escuchar la presentación, "arratsalde on eta..." siempre se dice lo mismo, y en voz baja lo iba repitiendo en mi cabeza. Siempre se dice lo mismo, si, pero esta vez, estaban Jesús y David, un juvenil y un junior a los que Joan iba a dar una oportunidad.

El partido comenzó con un ilusionante parcial de 5-2. La grada estaba increíble, más llena si cabe que para el partido anterior y animando sin parar. Hubo momentos que me entraban escalofríos... Siguió el partido y llegó el descanso con un marcador favorable de 7-4. Es en este momento cuando entra en escena la frase de Joan (con la colaboración del segundo portero, pero no por eso menos importante, Asier Olalde) "el año pasado, cuando empezaba el tercer cuarto, le metíamos una marcha más al partido y dábamos miedo, el rival se acojonaba. ¡Vamos a meterle otra vez esa marcha y vamos a darles miedo!"

No se si conseguimos meterle esa marcha más, pero lo que sí se, es que lo dimos todo. Los jugadores del agua se dejaban el alma, en el banquillo SOLO se escuchaban gritos de ánimo, ni un solo reproche, la grada... increíble. Como he dicho, no se si conseguimos subirle esa marcha, pero manteníamos una pequeña ventaja en el marcador, así que cuando llegaron los últimos 4 minutos, creo que todos comenzamos a ver posible el sumar los 3 puntos. Celebrábamos los goles como si fuese la final del mundial o algo por el estilo, los pequeños fallos, eran contestados con palabras de ánimo por parte de todo el mundo… en definitiva, tal y como se había propuesto Joan, en una semana había conseguido hacer un EQUIPO, en mayúsculas y con todas las letras. No quiero decir que antes no lo fuéramos, simplemente, no lo demostrábamos. Pero ayer no, ayer lo fuimos y lo demostramos, que es mucho más importante.

Quedaban pocos segundos para que acabara el partido y ya lo estábamos celebrando. Yo creo que en el banquillo no quedaba nadie sentado, Joan iba de un lado a otro repitiendo la misma frase todo el rato “sois grandes, muy grandes”… y llega el pitido final. ¡HABIAMOS GANADO! Ni en los mejores sueños habíamos imaginado que iba a ocurrir esto. Todo era felicidad, abrazos por un lado, sonrisas por otro, choque de palmas por un tercero, y alguna que otra lagrima que salieron por los ojos de alguno o algunos.

Las cosas habían cambiado, los entrenadores ya nos lo habían avisado, pero realmente habían cambiado. Tal había sido el cambio, que nunca, repito, nunca, había visto recoger el campo tan rápido, todos colaboramos, unos las porterías, otros los balones, etc. pero cuando de verdad me di cuenta de que habían cambiado muchas cosas fue cuando de repente, y de forma voluntaria, Xabi Orozko, el mismísimo Xabi Orozko, el cabezón del equipo, cogió los DNI’s y los empezó a repartir O_O.

Señores, esto está cambiando, y seguirá cambiando.

Anónimo.

PD: Un crack, y ejemplo.