¡NO ETIQUETEMOS!

Quisiera empezar éste artículo de hoy con una frase que me encanta y que sigo al pie de la letra."Vísteme despacio que tengo prisa." Gran frase.
Muchos entrenadores en alguna ocasión, se nos han escapado expresiones tales como: _Éste debe ser boia, o _Él será alto debe ser portero, o _Que rápido, que juegue en el extremo... No sé, son ejemplos... La verdad, cuando empecé, en alguna ocasión las pude decir o pensar. Me equivoqué. Rápido aprendí.
Los pequeños jugadores crecen, se desarrollan y el que empieza siendo alto puede acabar siendo bajo. Tengo un ejemplo que me toca , en mente. Yo en la EGB era el gigante de la clase, a día de hoy con mi 1'77 cm (con el "flequi" levantado) no creo que se me tache de gigante.
Por eso creo y soy partidario que desde pequeños todos los jugadores, todos, deben trabajar conjuntos, de igual manera, haciendo lo mismo y adquiriendo los aprendizajes generales.
De los 6 a los 12 años se considera la edad óptima para trabajar aspectos más generales así como, coordinación, percepción... No debemos hacer trabajos muy específicos. No debemos encasillar ni etiquetar jugadores, a edades tempranas. Es un error que puede llegar a costar caro, pensando siempre en el futuro del jugador, claro está. Cuanta más información les podamos dar, más armas tendrán para aprender y experimentar.
Creo que a partir de segundo año de infantil y primero de cadete, es dónde se puede empezar a trabajar aspectos más específicos relacionándolos con el físico del jugador. Para un club humilde sin afán de buscar estrellas, creo que nos deberíamos de centrar en la categoría cadete.
Es mi opinión, mi humilde opinión, la de un entrenador joven, que lo único que busca es la mejor formación para sus jugadores. Sin buscar ni resultados, ni mucho menos cracks tempraneros.