El entrenador

24/12/09

Seguramente podréis pensar que vista mi edad (27), y mis 10 años como entrenador no son suficientes para lanzarme a escribir éste artículo, o no. Lo cierto es que me apetece hablar de la figura del entrenador.

Cada uno tiene sus métodos de enseñanza, su forma de aleccionar a sus jugadores, sus tácticas, sus técnicas... Pero... Sinceramente, todo esto esta muy bien y es básico en la progresión de cada jugador, es obvio. Pero hay algo que a mí, y ya hablo personalmente, me ha marcado y ha hecho que me dé cuenta.

En mi larga carrera como jugador de waterpolo, digo larga, porque empecé a los 9 años y sigo en activo, he tenido varios entrenadores. Todos ellos buscaban el aprendizaje de sus chicos. Pero no todos conseguían grandes mejoras. Esta claro que a medida que uno va creciendo, el nivel de mejoría se va limitando.

Pero ahí realmente me di cuenta de un factor, la motivación. Puedes enseñar mil tipos de lanzamientos, puedes entrenar mil defensas, que sino hay conexión con la plantilla..., sino hay un buen ambiente de grupo, si la gente no esta contenta. Las mejoras no llegan o si cabe éstas son mucho mas lentas ya que no hay demasiado interés en aprender. Vengo de una província dónde no hay clubs profesionales, cierto es que he jugado 10 años a nivel nacional, pero nunca he cobrado ni un euro. Porque digo esto, pues es facil, jugamos a waterpolo porque queremos, nos gusta y amamos éste deporte. Nadie hace una cosa que le gusta, para no pasarlo bien, verdad? (¡que contradictorio!) Un entrenador de base y ya no sólo de base sino que también a cualquier nivel y categoría no profesional debe ser alguien que anime a los jugadores de su equipo, alguien que se entusiasme por tener a los jugadores de los que dispone. Alguien que valore el esfuerzo de los suyos y que se sacrifique también por el equipo.

Éstas son mis máximas y la verdad me funcionan. Yo veo la figura del entrenador, como algo mas que eso y es que en la base, uno debe ser educador, motivador y por último entrenador.