Ayer tocó Altza. Altza es esa bonita piscina de Donosti que siempre apetece visitar, no solo por el entorno, sino por el ambiente que se respira en cada entrenamiento.
Esta vez fue una de las últimas tecnificaciones del año, y como siempre, allí estaban Jon y Koldo, entrenador de Urgara y alma mater del Donosti, respectivamente,dos cracks que siempre están presentes. Siempre colaborando.
La jornada estuvo centrada en los chicos de las generaciones 2012 y 2013. Viendo los que este próximo año pueden ser protagonistas de nuestra Euskadi selekzioa. Allí se reunieron representantes de todos los clubes guipuzcoanos, y tuve la suerte de observarlos en acción: nadar, desplazarse, pasar... Y, por supuesto, enfrentarse a la tan temida toma de tiempos.
En medio del esfuerzo y la concentración, uno de los chicos se me acercó y me preguntó:
— "Joan, ¿qué tiempo deberíamos hacer para que estuviera bien?"
— "¿Para que estuviera bien?", le pregunté.
— "Sí, para un chico de selección."
Esa frase, con esa mezcla de ilusión e incertidumbre, lo dice todo. Porque al final, lo que buscan no es solo mejorar, sino pertenecer, estar ahí, competir con los mejores.
Siempre lo digo, y lo mantengo: es un placer ir a Guipúzcoa. Por la acogida, y por el amor que se respira por este deporte.