domingo, 6 de julio de 2014

Viernes en equipo

Mi realidad, mi club.
El pasado viernes y después del entrenamiento cadete, sin que los jugadores supieran nada, les mandé bajar andando a uno de los restaurantes que hay en la subida que lleva al colegio de Askartza. Ahí creían que se trataba de tomar algo, contestar unas preguntas referentes al equipo y de como está yendo la preparación para el campeonato de España... Algo que alguna vez ya hemos hecho, pero no era así, bueno sí, pero no del todo. Allí se encontraron con todos los padres y madres. Se trataba de una reunión de equipo, equipo al completo, madres, padres y jugadores.
Una vez respondido el minicuestionario (no sé escaparon de hacerlo) cenamos todos juntos, bonita "reunión" organizada por las madres. Dieron un obsequio a todos los jugadores y un pequeño recordatorio por la gran temporada que han realizado

Y es que es cierto...
Somos uno de los deportes que más entrena, que más sacrificios conlleva y premios, reconocimientos, recuerdos, pocos o NINGUNO. Las palmaditas en la espalda y los aplausos se esfuman, las recompensas conseguidas por el esfuerzo de uno, se guardan y perduran, por pequeñas que sean.

Me pareció un evento sencillo, humilde y precioso, no fue el club, fueron esas madres, contentas y orgullosas de sus hijos. Me uno a ellas.
Se lo merecen.





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