jueves, 14 de enero de 2010

EQUILIBRIO ENTRE DISCIPLINA Y DIVERSIÓN


¿Qué recuerdos tenemos de nuestros entrenadores?
¿Qué recuerdos dejaremos a nuestros jugadores/alumnos?

Creo que de estas dos cuestiones depende el desarrollo de nuestra futura trayectoria como entrenadores de waterpolo.

La disciplina
, cuando escuchamos ésta palabra nos viene al pensamiento imágenes de castigo. Los tiempos han cambiado. Debemos sacar la bueno de la palabra, el orden.
Hoy me gustaría tratar un aspecto que creo que es sumamente complicado, que es el de saber encontrar en un equipo el equilibrio entre disciplina y diversión. Quien consigue encontrarlo tiene el éxito o la posibilidad de tenerlo asegurado.
La diversión es fundamental, a mi humilde modo de ver, en el aprendizaje de los niños. Un benjamín, alevín o infantil entrenará mucho más a gusto en un ambiente más distendido que en una sesión donde haya gritos y un alto grado de exigencia continuo. Claro esta que no pueden ser siempre entrenamientos divertidos, obviamente no. Pero si debemos hacer ver a los jugadores los momentos de “cachondeo” por así llamarlo de los momentos de trabajo duro, donde se necesita un alto grado de concentración. Como siempre digo, “un niño contento, a gusto en el entrenamiento será un jugador motivado, y su mejoría siempre llegará”.
Todos los jugadores saben que para mejorar, hay que entrenar. Todos. Sabiéndolo nosotros debemos agarrarnos a ello e intentar aprovecharlo, manifestando siempre buen humor e intentando conseguir ese buen ambiente de grupo, que en muchos equipos de categorías superiores brilla por su ausencia.
El otro día leí un artículo que hablaba sobre la risa, me quedé con un dato, decía que un niño sano ríe 300 veces al día y que al llegar a la edad adulta la cifra se reduce a 20. La verdad que el dato es más que significativo. Explicaba también que el buen humor nos ayuda a conseguir un bienestar físico y mental y que incluso puede tener propiedades terapéuticas.
Soy de la opinión de que debemos enseñar a nuestros jugadores que con disciplina y diversión se puede crecer en el waterpolo y lo más importante, como persona.

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