Falla Coruña su ataque y en la transición ve que la mayoría de la defensa gallega baja a defender sin fijarse en donde está el balón, él, pillo como es, se percata de ese error y pide rápido el balón al portero, lo recibe y se lo esconde debajo las piernas, se cruza toda la piscina (nadie sabía donde estaba el balón) llega a portería, lo saca, tira y marca... Sonrisas en la grada y aplausos a tutiplén. En ese partido valió, en el siguiente lo volvió a hacer y el criterio cambió, le pitaron falta en contra.
Terminó el partido y pregunté al jefe de árbitros, toda una institución, quién mejor que él para responderme. Le dije que en el primer partido valió la jugada y en éste no.
¿Cuál de las dos veces estaba bien arbitrado?
Muy amablemente me dijo que un jugador no puede esconderse el balón de esa forma ya que es considerado menosprecio al rival y no tan sólo eso... Me dijo incluso que si un jugador después de que se le haya pitado falta volviera a hacerlo en el mismo partido, éste sería expulsado con targeta roja por menosprecio. Aluciné.
Son formas de ver una misma jugada... Yo le dije que jamás hubiera imaginado que eso pudiera ser considerado como menosprecio, comenté que yo lo veía como picaresca. ¡Jugadores listos!
El reglamento viene de arriba. Los de arriba dejemos que haya jugadores listos... Por favor. Ganamos todos.
¡¡Los que nunca tendrán músculo están pérdidos!!
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