PACIENCIA QUE TODO LLEGA

Después de los escritos de los peques me toca a mi. Ahi voy...
Supongamos que inscribimos para competir un equipo alevín, infantil... Que su nivel es flojo, flojisimo.Que esta a años luz del resto de equipos a los que se va a enfrentar. Pero que por contra tienen una ilusión tremenda y entrenan con unas ganas increíbles, sabemos que vamos a perder todos los partidos.

¿Que puede pasar? ¿Que se pierdan todos los partidos? puede, es lo mas probable.
¿Que no debe pasar? Que los peques pierdan las ganas de trabajar, de entrenar, y por tanto la ilusión.

Aquí es donde entra la figura del entrenador y creo que es un ejemplo claro de que no cualquiera puede ser entrenador de base.
Clubes pequeños y con estructuras no del todo consolidadas tienen que empezar por ahí. Enganchando a los peques y sabiendo mantenerlos. Motivandolos, cuidándolos... Esta situación es obvio que la he vivido y por ahí empecé. Apuntamos a un grupo de peques muchos de ellos ni venían de la natación, tocaba empezar de cero.
En los partidos...
Se lo comentaba a los padres, hoy toca ponerme la nariz de payaso, eso quería decir que tocaba partido, que nos caerían unos cuantos y que no podía permitirme que nadie me tirara la toalla. Me costó. Ese año hice de "payaso-entrenador-cuenta-cuentos". Por suerte el equipo siguió su camino y ahora puedo decir que me siento más que orgulloso de ese grupo.

A continuación voy a escribiros algunas de las cosas que monté para tener a esos peques ilusionados, con ganas y con motivación durante todo el año. Chorradas, si, algunas lo son. Me funcionaron. Si alguien tiene alguna idea, o alguna actividad o historia que haya montado, le agradecería que me la anotara en comentarios. Un entrenador debe ser motivador, siempre, y no solo cuando le convenga.

Ahí van las mías:

-En un partido de los absolutos hicimos una foto conjunta.
-Escribí una carta donde cada niño era invitado por un jugador distinto del equipo absoluto, en la carta se les invitaba a ver el partido de los absolutos. Para animarles, fue muy buena iniciativa.
-Hicimos una camiseta de waterpolo.
-Partido de liga mas piscolabis.
-Entrenamiento antes del equipo absoluto.
-Partidos amistosos.
-Escribí una carta a mitad de temporada, felicitándoles el esfuerzo y las ganas que habían puesto hasta la fecha y animándoles para que siguieran entrenando igual o mejor.
-Campeonatos entre ellos, con algún regalo.
-Stage.
-Les llegué a poner deberes, de waterpolo.

Al final puedo decir que todas esas cositas, distraían, motivaban e ilusionaban, a día de hoy esos chicos siguen jugando y disfrutando de este deporte que a todos nos apasiona.